lunes, 11 de febrero de 2008

IV. SOBRE LA ALCOHOLEMIA


2,97 (3,0) = Grave alteración de conciencia, pudiendo caer en coma etílico. (Grado de alcoholemia fijado en la sangre de James Emmott).
Sintomatología equivalente: Estupor, coma, apatía, falta de respuesta a los estímulos, alteraciones de la percepción y pérdida de control, marcada descoordinación muscular, relajación de los esfínteres, Diplopía (visión doble); aspecto vacilante.

3,5 = Muerte inminente por paro respiratorio (estaba a un par de tragos de alcanzar este nivel).

Efectos sobre la función psicomotora y sobre las capacidades del conductor:
El alcohol deteriora marcadamente la función psicomotora y la capacidad para conducir con seguridad. El alcohol produce un descenso del nivel de activación, que se traduce en un enlentecimiento de las reacciones psicomotoras. Quizá uno de los efectos más importantes, es que el alcohol aumenta el tiempo de reacción. Es decir aumenta el tiempo que tarda la persona, después de percibir plenamente las sensaciones y/o recibir información, en decidir qué debe hacer y cuándo actuar. Asimismo el alcohol produce importantes efectos sobre la coordinación bimanual, deteriorándola, y sobre la atención y la resistencia a la monotonía.

En relación con este último aspecto, la atención es un factor decisivo, ya se trate de atención «concentrada» (referida a un solo objeto), ya sea «difusa» (que se distribuye simultáneamente en rapidísima sucesión entre numerosos objetos). Además se altera la capacidad para juzgar la velocidad, la distancia y la situación relativa del vehículo, así como la capacidad para seguir una trayectoria o hacer frente a lo inesperado. Los efectos del alcohol, al aumentar el tiempo de reacción, deteriorar la coordinación motora, el procesamiento de la información, disminuir la atención y resistencia a la monotonía, etc., disminuye marcadamente la capacidad para conducir con seguridad e incrementa el riesgo de accidente.
Efectos sobre la visión:
El alcohol produce importantes efectos sobre la visión. La acomodación y la capacidad para seguir objetos con la vista se deterioran, incluso con niveles bajos de alcohol en sangre. Bajo los efectos del alcohol el campo visual se reduce, se perturba la visión periférica y se retrasa la recuperación de la vista después de la exposición al deslumbramiento. Además el alcohol influye sobre la conducción, alterando la distinción entre los sonidos.
Efectos sobre el comportamiento y la conducta:El alcohol produce un efecto de «sobrevaloración» de la persona. De hecho, aunque el alcohol produce un marcado deterioro de las funciones cognitivas y psicofísicas, de lo cual el «bebedor» no es consciente en muchos casos, induce con frecuencia, sin embargo, una sensación subjetiva de mayor seguridad de la persona en sí misma. En definitiva, la apreciación «subjetiva» de una mayor seguridad en sí mismo y la «sobrevaloración» que produce el alcohol a la persona que lo toma es irreal. El alcohol, deteriora «objetivamente» e incapacita a la persona para conducir con seguridad. Esta paradoja cuesta la vida a muchas personas.

No hay comentarios: